Con los pies para adelante

Hoy fue mi segunda entrada en un quirófano, la primera por la cesárea, pero ahora por un pólipo cervical (en el cuello del útero). Fué más lo que esperé hasta que prepararan todo que la operación en sí, que duró 10 minutos (fue por laparoscopía).
La verdad que la anestesia no me causó nada, es como si hubiese dormido una hermosa siesta.
Lo más feo es el traslado en la camilla: entrar con las patitas para adelante ¡qué momento!.
Después en el quirófano el ambiente era súper ameno: escuchaban música, todos haciendo chistes, uno se siente relajada...
Bueno, prueba superada.